“No podemos solucionar los problemas con la misma mentalidad con la que se generaron”.
A.Einstein.
La armonía y la síntesis del conjunto.
¿Qué está ocurriendo? La importancia del contexto.
Hemos escuchado cientos de veces esta frase y es ahora, más que nunca, que cobra sentido en todas sus dimensiones. Replantearnos nuestra forma de ver el mundo y las organizaciones y generar nuevos esquemas mentales que permitan transitar este cambio, flexibilizarnos y crear nuevas realidades, se está convirtiendo en una prioridad de total y absoluta relevancia.
Bien cierto es que lo que nos envuelve en estos momentos no es baladí: nos encontramos en una interfase de transición entre dos eras. Es una época de grandes cambios que se están produciendo a una velocidad vertiginosa y que, tal vez por este motivo, están generando gran confusión. Intentamos avanzar futuros, predecir, planificar… y nos damos cuenta de cómo nuestras experiencias pasadas ya no son un buen referente para lo nuevo. La situación actual nos está requiriendo una nueva mirada.
¿Qué nos queda de toda la experiencia acopiada? Tal vez lo más importante podría ser la conformación de un carácter abierto al aprendizaje y al cambio, que conoce de retos, de experiencias, que se adapta cuando es necesario y que tiene la confianza para crear de nuevo.
Conformar una organización abierta al aprendizaje y al cambio es el gran reto para ser flexibles y saber surfear la ola en un momento como el actual. Ante entornos complejos en los que el pensamiento lineal ya no tiene cabida más allá de en aquellos ámbitos simples que todavía lo requieran, lo sistémico, lo que nos hace ver a la organización como un contexto relacional, se traduce en un elemento fundamental a considerar en los nuevos marcos empresariales.
“Que las organizaciones transiten hacia nuevos modelos de relación y colaboración que contemplen lo sistémico es una de las claves primordiales que determinan la diferencia de cómo vamos a evolucionar”
La visión integral-sistémica de las organizaciones
La capacidad de hacer síntesis es la capacidad de dar vida a las cosas. Somos tremendamente especialistas en el análisis. Cogemos la información, la descomponemos en unidades mínimas y observamos cómo funcionan las cosas pero no para qué funcionan las cosas. No es importante ver cómo funciona la vida en términos mecánicos, sino que es importante ver cómo funciona la vida y hacia dónde se dirige, cuál es el propósito, el sentido profundo de las cosas.
Reconstruir todas las piezas del análisis para conformar de nuevo una visión integral y relacional, nos permite alcanzar una comprensión de mayores dimensiones.
Las organizaciones, conformadas por personas y por relaciones, son organismos vivos y sociales que requieren de una mirada integral para adquirir sentido y coherencia. Desde esta concepción dinámica, las organizaciones están en constante evolución. Es necesario comprender la importancia de los elementos y de las relaciones que son claves en el proceso de transformación cultural que estamos necesitando.
El acceso a una visión integral de las organizaciones se convierte en una propuesta de valor para evolucionar la mentalidad actual.
Una visión integradora desde esta concepción orgánica, supone tener en cuenta: las personas, las relaciones, la cultura y el ecosistema.
La cultura es el marco que engloba a las personas y las relaciones. Es la resultante, de los comportamientos, las relaciones y los valores que mueven a las personas. Ampliamos también la visión a la generación de ecosistemas con los que está vinculada la organización.
La contextualización de la organización, la visión sistémica que guía la dinámica de las relaciones y el desarrollo de los talentos de las personas, son aspectos relevantes a tener en cuenta para generar organizaciones abiertas al aprendizaje. Organizaciones innovadoras que apuestan por un modelo de relación colaborativo, sustentado por un mayor compromiso de las personas.
Activar una consciencia colaborativa con propósito supone actuar en estos niveles de conocimiento y aprendizaje, ubicándolos en un contexto integral:
- El desarrollo de las personas que desvela los liderazgos naturales e incrementa el compromiso.
- El afianzamiento de nuevas redes de relación, regidas por la Inteligencia Colaborativa. La suma de la diversidad y la escucha de todas las voces genera la semilla de una comunidad alineada con propósitos y valores.
La apertura al cambio: el foco en las personas en un cambio de paradigma que conforma un contexto complejo.
Un gran cambio de mentalidad supone darnos cuenta de que, para que se produzca un cambio sustancial en una organización, no es suficiente con que cambien los procesos, los modelos o las tecnologías, o que contemos con una estrategia y un nivel inversor importante. Se requiere también del compromiso de los propietarios y accionistas, de los directivos, pero esto sigue siendo insuficiente. Si no existe una transformación y una apertura de mentalidad por parte de las personas, no se produce un cambio significativo.
Y vamos más allá, en contextos como los actuales, la necesidad de operar en las organizaciones desde el aporte de la Inteligencia Colaborativa, se convierte en una necesidad imperiosa para afrontar los nuevos retos que la Complejidad nos plantea.
El aporte de valor viene por el cambio de mentalidad personal y por el cambio de mentalidad en cuanto a nuestra manera de relacionarnos con los otros.
“Si no potenciamos el desarrollo de las personas y las relaciones colaborativas como protagonistas del cambio, no se produce un cambio sustancial en las organizaciones”.
Las organizaciones que emergen y que quieren ser flexibles a los cambios y a los contextos disruptivos, son organizaciones que cuentan con personas conscientes de sus talentos y de su aporte de valor a través de su contribución colaborativa. El compromiso, el talento y la colaboración se constituyen en valores cruciales.
El aprendizaje de la mentalidad colaborativa:
“Construyendo una mirada colaborativa y dando voz a lo que realmente importa”
Nuestra propuesta representa una mirada integral para acompañar e inspirar a las organizaciones a transitar esta interfase de cambio en la que nos encontramos y afrontarla como oportunidad.Proponemos un enfoque innovador para abordar la complejidad y acompañar lo emergente poniendo énfasis en una metodología transformadora. Esta metodología permite evolucionar los marcos mentales personales y los organizativos hacia una valoración de lo colaborativo, diseñando nuevos caminos hacia la interdependencia.
La interdependencia hace referencia a la generación de relaciones colaborativas saludables, aspecto vital, como hemos mencionado, para navegar en la complejidad.
¿Cómo lo hacemos?
A través de una propuesta de desarrollo de personas y de los modelos de relación desde una visión sistémica, que permite conocer cómo funcionamos, cómo son las interacciones, comprendiendo cuál es nuestra posición y cómo esto tiene una influencia directa en la forma de actuar de nuestras organizaciones. Evolucionar los modelos mentales de las personas permite flexibilizarnos ante el cambio y reinventar nuestras organizaciones desde un marco colaborativo que suma perspectivas.
“Ponemos el foco en un cambio cultural que potencia el resurgir de nuevos modelos colaborativos a través del desarrollo consciente de quienes somos, de cómo son nuestras relaciones y cómo es nuestra relación con el entorno. Y cómo transformamos y reinventamos nuestras organizaciones desde esta perspectiva que da un nuevo significado a lo colaborativo.”
Beneficios del aprendizaje integral: ”El aprendizaje de la mentalidad colaborativa”
- Fomenta una mentalidad inspiradora de un cambio de perspectiva que permite “abrir los ojos” a nuevas formas de ver y responder proactivamente a los acontecimientos.
- Permite descubrir los esquemas mentales que están frenando nuestra capacidad de flexibilizarnos al cambio. Abre las posibilidades de traspasar nuestras resistencias en la medida en que vemos la realidad de una manera diferente.
- Capacita para abordar cualquier proceso de cambio y permite que éste sea orgánico y sostenible, al actuar sobre los elementos clave del proceso: las personas y las relaciones.
- Potencia la generación de organizaciones inteligentes y eficientes que co-crean en diversidad y que son capaces de entreveer nuevos escenarios de posibilidades.
- Permite contextualizar y entender la complejidad de los distintos escenarios que atravesamos.
“Recuperar la dimensión humana de las organizaciones, desarrollando los talentos, y generando nuevas redes de relación y de acción colaborativas que faciliten la adaptación de las organizaciones y las personas a los nuevos entornos complejos, tiene como resultado conformar organizaciones abiertas al aprendizaje.”
Este es un momento importante, momento de adentrarnos en cómo estamos observando la realidad y cómo la estamos creando como consecuencia. Momento de una transformación individual, de nuestras relaciones , de las organizaciones que conjugan la consciencia de todos los intervinientes y que contribuyen a la generación de culturas y ecosistemas colaborativos.
Descubrir la verdadera causa que nos limita, más allá de técnicas, y metodologías, de lo rápido y urgente, es el gran reto para estos instantes complejos.
Se plantea la necesidad de la suma de lo diverso, de traspasar nuestros modelos mentales contractivos y de recuperar la capacidad creativa con la que todos los seres humanos contamos, desde el instante en que recuperamos nuestra dimensión humana.
Se abren grandes retos de futuro para aquellas organizaciones y personas abiertas al aprendizaje y a la evolución. El Futuro está por definir… Co-creémoslo entre todos.